Pues ya estoy de vuelta. Y la verdad, no pensaba que sería tan duro volver a la rutina de después de una semana tan intensa en Cerdeña.
Además de intensa, ha sido larga y pesada. Tal vez porque no me ha gustado la manera final de trabajar (muy "a lo arquitectos") y que yo, más dado al desvarío argumental me sentí un poco fuera de órbita. No obstante, salieron buenas propuestas, nuevas ideas y lo más importante, conocimos nuevas visiones del mundo y nos conocimos mejor los del máster.
L'Alguer es una ciudad pequeña, muy tranquila (excepto los domingos) y que ofrece fantásticos amaneceres y atardeceres (pronto colgaré fotos). Eché de menos un poco de turistiqueo por nuestra parte, pero íbamos a trabajar. No obstante, la salida en barco por la bahía del domingo 12 fue espectacular y suficiente para hacernos una idea de lo que íbamos a encontrarnos en clase.
Sobre el catalán, solo escuché un par de "Bon dia" en unas tiendas y a un par de vendedores del mercado. Además de los nombres de las calles que estaban en catalán y el italiano (aunque la mayoría con el nombre cambiado, un lío).
Pronto colgaré fotos y las comentaré.
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