lunes, 28 de julio de 2008

La costa que se mueve

Hace unos meses me enviaron por correo-e el enlace a una presentación con imágenes del libro de fotografías Fragile Earth de diversos autores.
Si queréis, aquí lo podéis visualizar.
Las imágenes más impactantes son las de la transformación del territorio después de una "catástrofe" natural o los efectos que está teniendo la desertización en los márgenes de un lago. Es decir, fotos efectistas, casi como diseñadas para provocar el "oohh" y el "qué fuerte". Pero nada más, nadie va a hacer nada al respecto. Y ya no digo para prevenir el cambio climático, que es inevitable, sino para planear las consecuencias.

La Agencia Europea para el Medio Ambiente (EEA), desde el 2005 que está publicando estudios de la transformación de los usos del suelo del espacio europeo, su evolución y su prospección. En una charla, una de las personas responsables del desarrollo de esos modelos cartográficos, nos comentó que la EEA tiene en su haber mapas en los que Venecia sale totalmente inundada y en los cuales la costa atlántica no tiene nada que ver con lo que ahora conocemos. Y no es ciencia ficción, es ciencia aplicada. Y así con centenares de ciudades costeras de toda Europa. Y nadie ha movido un dedo desde entonces.
La Generalitat de Catalunya también presentó su estudio sobre el cambio climático en 2005, y creó la Oficina Catalana del Canvi Climàtic ¿alguien conocía la existencia de este ente? ¿alguien conoce el documento? Aquí lo tenéis.
El año pasado, la prestigiosa consultoría pública MCrit publicó en sus cuadernos el siguiente documento: Impacte del canvi climàtic a la costa catalana. Os recomiendo que lo leáis con atención.

La nula repercusión de este tipo de estudios hace que ni la sociedad civil ni la política llegue a preocuparse o como mínimo, desarrollar acciones a nivel local que permitan adaptarse a las circunstancias. Por ejemplo, los municipios de la comarca del Maresme, se verán claramente afectados, hay sectores en los que tienen apenas 2 metros de playa, tampoco Renfe parece que lo está teniendo en cuenta, donde en dicha comarca, la línea pasa a tocar a la línea de costa. ¿Y qué me decís del Delta del Ebro? tanto preocuparse del dichoso transvalse... el mar lo hará desaparecer poco a poco de manera "natural"...

No será una catástrofe, no será El Día de Mañana, pero sí una realidad inevitable que tendrá unos efectos notables en la configuración de nuestras playas, principal recurso económico en muchos municipios y comarcas. Como acostumbra a pasar, cuando el momento llegue, nos gastaremos una millonada de euros en alquilar una de esas supermáquinas holandesas que dragan la arena del fondo del mar y la trasladan a la orilla... con todas sus consecuencias. Al parecer, sale más barato que tomar medidas reales en planeamiento y hacer las cosas bien.

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