Provocando cambios...

... por voluntad propia.

En estos tiempos inciertos, en que los cambios inesperados forman parte del día a día. (Sin ir más lejos, el otro día dimitió Francisco Camps). Cuando uno tiene ganas de evolucionar, PROVOCA esos cambios.
Nosotros lo hemos hecho, además, con poco tiempo de diferencia. Anna y yo nos casamos el pasado 20 de mayo, que culminó en una super-fiesta (tal y como queríamos) el día 21 con nuestros allegados. Fue algo largamente planeado y meditado, y como era de esperar, ha supuesto un antes y un después en nuestra vida. Pero no tanto por el hecho de estar comprometidos "ante la ley", sino porque hace pocas semanas, nos mudamos de piso. Aquel mini pisito colorido que fue nuestro "nidito de amor" durante 4 años y medio, ha pasado a la historia (y su nunca bien valorada GOTERA, también). Nos hemos mudado a unos 15 minutos andando de allí, en una de las vías más vívidas de Gràcia, el carrer Verdi. Pero estamos en Verdi del Mig, por lo tanto, no nos vemos afectados por el bullicio diario que provocan los clientes de las decenas de comercios adyacentes a los Cines Verdi.
Por lo tanto, cambios provocados que alterarán (esperemos que a mejor) nuestra convivencia, más espacio para nosotros, que esperemos que nos conlleve a más espacio para nuestras mentes.

Y ahora que estamos puestos en el asunto, dan ganas de seguir provocando cambios. ¿Seguimos?

Me indigno... en positivo

Uno de los autoregalos que nos hicimos en la pasada Diada de Sant Jordi, fue el librito-manifiesto del filósofo francés Stéphane Hessel: ¡Indignaos!. De hecho, se convirtió en el libro de no-ficción más vendido en la Diada y aunque sólo cuesta 5 euros, aquí tenéis una traducción on-line por si queréis echarle un vistazo.
Leyéndolo (que se lee en 20 minutos) me acordé del último post que escribí en este blog, además de aquel  que hice en referencia a la crisis hace dos años (uf!). El libro habla de responsabilidad y de coherencia social y política.
Stéphane Hessel, fundador de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial y co-autor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, llama a la indignación de la sociedad como primer paso para una insurrección pacífica. Define la indiferencia como el peor de los males y la recuperación de la esperanza como un reto de nuestras actitudes cotidianas. Un librito muy recomendable, que puede ser muy útil a padres y educadores de vocación, pero también a políticos y gestores, que han tendido a dejarse llevar por la inercia de los acontecimientos y la demagogia sin sentarse a pensar en las acciones y sus consecuencias. Leéroslo, anima a seguir adelante y a darnos cuenta que las soluciones están en nuestras manos, no en las del presidente-diostodopoderoso-de-turno que tiene que solucinarnos nuestros problemas.

Por otro lado, y sin dejar el tema de la responsabilidad política, hoy, el diario ARA, en ocasión del inicio de la campaña electoral de las municipales, ha publicado una carta abierta a los futuros alcaldes, en ella se definen 10 peticiones a aquellos ciudadanos que quieren gobernar nuestros pueblos. Me ha encantado, la he encontrado sensata, lógica y transgresora.
La transcribo aquí para que os déis cuenta que todo aquello que nos indigna de la política tiene solución, todo depende de la voluntad de los que mandan y mandarán y de nosotros mismos.

1. Siguin eficaços  i austers. Es trobaran les arques buides i un sistema de finançament local insuficient. Converteixin el problema en oportunitat. No som un país ric i estem en plena crisi. Facin pedagogia entre els ciutadans.

2. Per racionalitzar i optimitzar la despesa, col·laborin amb els alcaldes veïns i amb les administracions superiors. Desterrin la política de campanar. No hi pot haver un polígon industrial i un poliesportiu a cada poble. I els grans serveis s'han de mancomunar.

3. Facin autocrítica: els ajuntaments no han estat aliens a la bombolla immobiliària, cosa que els ha permès viure per sobre de les seves possibilitats. Això s'ha acabat. El futur no és el totxo ni el populisme de costellada. El futur s'ha de construir des d'una gestió sostenible.

4. Declarin la guerra a la corrupció. La transparència ha de ser una prioritat. Encarreguin auditories externes i independents. Ensenyin els números. Siguin escrupolosos en l'exercici del poder.

5. Sumin esforços entre tots els alcaldes de Catalunya, entre la Federació i l'Associació de Municipis, al marge dels colors polítics, per resoldre el sistema de finançament local, tan deficient.

6. Fomentin una cultura política del diàleg: els consistoris no han de servir per a la batalla política, han de ser escoles de democràcia. Governin amb la mà estesa a tots els regidors.

7. Escoltin els que els han votat i els que no. Donin veu a les entitats, als veïns, a les associacions, a les persones. Converteixin l'ajuntament en l'autèntica casa de la vila. Facin de la participació alguna cosa més que un eslògan. Vostès estan al servei de la gent, no del partit.

8. Mirin enfora, cap a Europa i més enllà. Aprenguin de l'administració local dels països amb més tradició democràtica. No improvisin: copiïn les experiències d'èxit.

9. No oblidin que el problema més greu dels ciutadans és avui l'atur.

10. Contribueixin amb la seva acció local a construir el país del futur amb ambició, il·lusió i intel·ligència.

[En Castellano, con el Google Translator ;) ]

Divagación de merienda...

Ayer, en una tertulia improvisada merendando, salieron diversos temas de actualidad: el relevo de la Generalitat, la ley antitabaco, la ciudad, África, un posible nuevo orden mundial... Temas recurrentes en cualquier sobremesa de aquellos a los que nos gusta fustigarnos pensando en que otro mundo es posible.
Creo que hubo un concepto que quedó claro, la falta de responsabilidad, responsabilidad política, responsabilidad cívica, responsabilidad... humana.
¿Y cómo se consigue eso? Estamos trabajando en ello... ;) 
En nuestra cultura cañí, creo que la educación es la clave. No únicamente en la escuela, sino en la calle, en el trabajo, en tu comunidad, en tu pueblo.


Por otro lado, conceptos como la democracia participativa, el marketing territorial, el 2.0, el paisaje o los líderes de opinión, las consultorías de marketing estratégico o de comunicación son clave para que todo cambie... A mejor? tal vez, a pesar de todo, sigo confiando en el ser humano.