viernes, 22 de julio de 2011

Provocando cambios...

... por voluntad propia.

En estos tiempos inciertos, en que los cambios inesperados forman parte del día a día. (Sin ir más lejos, el otro día dimitió Francisco Camps). Cuando uno tiene ganas de evolucionar, PROVOCA esos cambios.
Nosotros lo hemos hecho, además, con poco tiempo de diferencia. Anna y yo nos casamos el pasado 20 de mayo, que culminó en una super-fiesta (tal y como queríamos) el día 21 con nuestros allegados. Fue algo largamente planeado y meditado, y como era de esperar, ha supuesto un antes y un después en nuestra vida. Pero no tanto por el hecho de estar comprometidos "ante la ley", sino porque hace pocas semanas, nos mudamos de piso. Aquel mini pisito colorido que fue nuestro "nidito de amor" durante 4 años y medio, ha pasado a la historia (y su nunca bien valorada GOTERA, también). Nos hemos mudado a unos 15 minutos andando de allí, en una de las vías más vívidas de Gràcia, el carrer Verdi. Pero estamos en Verdi del Mig, por lo tanto, no nos vemos afectados por el bullicio diario que provocan los clientes de las decenas de comercios adyacentes a los Cines Verdi.
Por lo tanto, cambios provocados que alterarán (esperemos que a mejor) nuestra convivencia, más espacio para nosotros, que esperemos que nos conlleve a más espacio para nuestras mentes.

Y ahora que estamos puestos en el asunto, dan ganas de seguir provocando cambios. ¿Seguimos?

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